lunes, 6 de abril de 2009

La Boheme

Dos de los solistas líricos más prestigiosos del momento, ahora lleva su canto al cine. Porque la soprano Anna Netrebko y el tenor mexicano Rolando Villazón protagonizan "La Bohème", versión fílmica de la ópera de Puccini que mañana se estrena en Viena.

El director Robert Dornhelm dijo que quería rendir homenaje a la pareja de ensueño de la ópera conformada por Netrebko, de 37 años, y Villazón, de 36. Y lo consiguió de forma convincente con muchos primeros planos de los astros y bonitos encuadres. Pero la triste historia de amor ambientada en el París del siglo XIX no es una innovación en el género ligeramente anticuado de la ópera llevada al cine.

En la película, que en Alemania se estrena el 23, nieva permanentemente. En el principio en blanco y negro, las personas recorren abrigadas las calles de París atravesando la masa blanca. Las ventanas están empañadas. El poeta Rodolfo siente frío en su vivienda sin calefacción al igual que la costurera Mimi, que vive una planta más abajo. Suave y cómica comienza la historia de amor entre ambos, cuando a ella se le apaga la vela "casualmente" y él no puede hallar la llave que ella perdió en su habitación, a pesar de que la tiene hace rato en el bolsillo.

Al contrario de lo que ocurre en la ópera en la que se basa, Netrebko al principio encarna a una Mimi segura de sí misma y coqueta. Sólo hacia el final se convierte en una débil tuberculosa. Externamente el proceso se reconoce sobre todo por la pérdida de maquillaje de Netrebko.

Mientras Mimi al principio aún está maquillada de forma glamourosa en su humilde habitación, al final se recuesta pálida en su lecho. Y es que el director no pudo pedirle a su protagonista que adelgazara. "Cuando Anna dijo el primer día del rodaje que estaba embarazada, entré en estado de shock", confesó Dornhelm. En vez de verse cada vez más demacrada, como la enferma Mimi, la soprano rusa aparece cada vez más rellenita. Los trajes tuvieron que ajustarse a sus medidas regularmente.

El mexicano Rolando Villazón dijo que esta incursión como actor de cine fue una experiencia muy importante e interesante. "Los pequeños detalles cuentan mucho en el set, pero de todas maneras no quería evitar mis grandes gestos operísticos y negar que soy un actor de ópera", dijo. Sus gestos cargados y su expresión facial a veces patética le van bien al joven y fracasado poeta que representa y que a veces se toma a sí mismo demasiado en serio y así genera involuntariamente un efecto cómico.

La película se rodó en enero y febrero de este año en decorados de los estudios Rosenhügel de Viena. Todas las escenas están hechas completamente con playback. La música y el canto provienen de una grabación realizada en abril de 2007 con la Orquesta Sinfónica de la Radio Bávara dirigida por Bertrand de Billy.

Algo extraños resultan algunos personajes como el pintor Marcello, que es encarnado por un actor pero sincronizado en el canto por otro. "Pero de todas maneras cantábamos en directo durante el rodaje, para que se viera más natural y auténtico", señaló Netrebko.

Los diálogos hablados los utiliza Dornhelm sólo para generar un efecto sorpresa. Cuando Mimi cierra los ojos para siempre tras la triste aria de despedida, parece llevarse la música al cielo. Y por primera vez se escucha en la película cómo los que se quedan hablan entre ellos.

Sacado de "La tercera"

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